|
|
Advertisements |
|
|
|
Documentación para la localización de software
By Núria Vidal,
Departamento de Traducción y Comunicación,
Universitat Jaume I de Castelló, España
nvidal at trad uji es
Become a member of TranslationDirectory.com at just
$12 per month (paid per year)
1. Introducción
La
localización de software se puede considerar una especialidad
más en traducción, aunque es muy distinta de otras especialidades,
más que por su contenido, por su forma, ya que al traducir
software no se trabaja con un texto limpio, sino con un texto insertado
en un código que el traductor debe poder reconocer y aislar.
Así pues, las competencias de un profesional de la localización
de software difieren de las de traductores especializados en otros
ámbitos. Sucede lo mismo con la documentación aplicada
a la localización: las fuentes y los métodos de consulta
utilizados también son distintos, como veremos a continuación.
2. La documentación aplicada a la localización
El negocio de la localización experimentó un rápido
crecimiento a principios de los 80 que todavía hoy sigue vigente.
Actualmente, las ventas de productos localizados suponen un 50% de
los ingresos de los principales productos de software (Inge, 2006),
de modo que no es de extrañar que se lleven a cabo múltiples
esfuerzos por mejorar su calidad. Una buena parte de las acciones
que se realizan para mejorar la calidad de estos productos está
orientada hacia la documentación, pues últimamente ha
surgido una gran cantidad de fuentes documentales que ya forman una
parte inseparable del proceso de localización.
Como se describe más adelante, podemos subdividir la documentación
aplicada a la localización en documentación lingüístico-textual,
documentación socio-cultural y documentación técnica.
- Documentación lingüístico-textual
Además de las fuentes de consulta típicas para la
traducción de cualquier tipo de textos, como diccionarios,
glosarios, textos paralelos o bancos de datos terminológicos,
en localización se utilizan otras fuentes que proporciona
el cliente con el fin de aportar coherencia a su imagen corporativa.
En este punto, es necesario aclarar que los clientes de un proyecto
de localización de software suelen ser grandes empresas,
pues la pequeña y mediana empresa a menudo no dispone de
los recursos necesarios para contratar un servicio profesional de
localización de software. Dado el volumen de productos localizados
con que cuenta el cliente de un proyecto de localización
estándar, es comprensible que éste desee poseer cierto
control sobre la localización con el fin de conseguir coherencia
en todos sus productos. Para ello, muchos clientes desarrollan sus
propias fuentes documentales, que los traductores deben seguir obligatoriamente.
Estos recursos se describen a continuación.
- Guías de estilo
Las empresas más grandes suelen subcontratar a empresas
de servicios lingüísticos para la elaboración
de guías de estilo específicas para la empresa.
Una vez creadas, éstas se incluyen en cada paquete de
localización que se envía a los proveedores de
servicios lingüísticos (empresas de traducción)
para que basen en ellas su traducción.
Las guías de estilo tratan, entre otras, las cuestiones
siguientes:
- Modo de dirigirse al usuario
- Sintaxis
- Pronombres posesivos
- Tiempos verbales
- Puntuación
- Uso de mayúsculas y minúsculas
- Traducción de siglas
- Terminología
- Marcas comerciales
Tanto el traductor como el revisor del texto deben adherirse
a los criterios que marca la guía de estilo, como la
forma de dirigirse al usuario (al traducir you por tú
o usted), tipografía (uso de mayúsculas
después de dos puntos) o adaptación de ejemplos
(localización de johnsmith@example.com como juanperez@ejemplo.com).
Además de las instrucciones positivas, las guías
de estilo también incluyen instrucciones negativas, como
no traducir expresiones del tipo please o congratulations,
ya que en español no suelen utilizarse al dirigirse
al usuario.
Veamos un ejemplo de aplicación de las directrices de
una guía de estilo. La guía de estilo de Sun Microsystems
establece la norma siguiente para dirigirse al usuario:
En español, el infinitivo, tan común en los
manuales en inglés, en especial cuando se presentan
instrucciones dirigidas al usuario, se usa tan sólo
en casos muy concretos. Se debe sustituir por el imperativo
en tercera persona. Ahora bien, en ocasiones determinadas
(menús, cuadros de diálogo, texto de botones,
etc), casi siempre relacionadas con el software y que expresan
la ejecución de una acción, sí se debe
usar el infinitivo.
Ejemplo:
Inglés
Use the script to save the existing configuration to
a diskette.
1. Open the file.
2. Click the Close button and choose the Print menu |
Español
Utilice la secuencia para guardar la configuración
en un disquete
1. Abra el archivo
2. Haga clic en el botón Cerrar y elija el menú
Imprimir |
En la siguiente captura de pantalla podemos apreciar que se
han tenido en cuenta estas directrices y que se utiliza el imperativo
como modo de dirigirse al usuario y el infinitivo para las acciones
que debe ejecutar el software.
- Glosarios del cliente
Otra herramienta al alcance de los traductores son los glosarios
específicos del cliente. Estos glosarios permiten que
todos los traductores de un mismo proyecto, aunque estén
geográficamente dispersos, puedan seguir los mismos criterios
terminológicos. El uso de estos glosarios permite a los
traductores comprender el significado de palabras altamente
especializadas y utilizar siempre la misma traducción
para el mismo producto. Es necesario comentar que no todas las
empresas realizan el mismo esfuerzo en este sentido. La mayoría
de empresas elabora pequeños glosarios bilingües
que incluyen el término en el idioma de origen y el término
propuesto para el idioma de destino, pero pocas incluyen información
sobre el término original, como una definición,
contextos o ejemplos, como afirma Lombard (2006):
While it is true that a modest number of software companies
have successfully created comprehensive processes and infrastructure
for building internal multilingual termbases (IBM and SAP, for
example), such companies are the exceptions rather than the
rule. (...) And many smaller companies may rely on the terms
used by large software publishers, such as Microsoft, which
themselves employ inconsistent terminology.
Sin embargo, también cabe señalar que estos glosarios
aumentan con cada proyecto de localización que se realiza,
ya que en muchas ocasiones el cliente solicita al proveedor
de recursos lingüísticos que todos los términos
especializados del texto se añadan al glosario. El glosario
resultante se entregará como material de referencia obligatorio
en todos los paquetes de futuros proyectos de localización.
El objetivo es unificar la terminología utilizada en
todos los productos de un mismo cliente, de modo que el usuario
final pueda reconocer al fabricante sin pensarlo.
Otros fabricantes con menos recursos optan por utilizar como
base terminológica los glosarios de grandes fabricantes
de software como Microsoft, Apple o Novell. Aunque esta opción
no proporciona una imagen terminológica a la empresa,
permite que sus productos sean coherentes con el sistema operativo
del usuario.
- Memorias de traducción
Normalmente, la localización de un producto de software
se lleva a cabo en tres fases: interfaz gráfica de usuario,
ayuda y documentación. Es recomendable traducir siempre
en primer lugar la interfaz de usuario, ya que al traducir la
ayuda y la documentación, encontraremos referencias a la
misma. Para que la traducción de la ayuda y la documentación
resulte satisfactoria, necesitamos contar con la traducción
aprobada de la interfaz de software. En el siguiente ejemplo se
ilustra el motivo.
Imaginemos que el traductor A ha traducido la siguiente interfaz
de usuario:
Ahora, el traductor B debe traducir la ayuda y llega al siguiente
artículo:
El traductor podría traducir estas opciones libremente
de la siguiente manera: Tabla, Columnas, Filas, Eliminar, etc.
En este caso, tras consultar la ayuda, el usuario volvería
al menú Tabla para comprobar que la opción "Eliminar"
no existe porque el traductor A la tradujo como "Borrar":
En cambio, si trabajamos con una memoria de traducción,
podremos almacenar en ella todos los pares de frases (segmentos)
que traduzcamos y consultarlos con una simple combinación
de teclas en cualquier momento del proceso. De este modo, podemos
asegurar un uso coherente de la terminología a lo largo
de todo el proyecto.
Otro caso en el que el uso de las memorias de traducción
es imprescindible es la actualización de versiones. Si,
por ejemplo, en el año 2006 una empresa tradujo el programa
X.1 y en 2007 debe traducir la siguiente versión, X.2,
el uso de una memoria de traducción no es cuestionable.
Por una parte, el usuario acostumbrado a la versión X.1
ya está familiarizado con la terminología de dicha
versión y un cambio en la terminología de la nueva
versión entorpecería su trabajo y le confundiría.
Por otra parte, una memoria permitiría aprovechar la traducción
de la versión anterior y, considerando que las actualizaciones
sólo varían parcialmente respecto a las versiones
anteriores, sólo sería necesario traducir el texto
que difiera entre ambas versiones, ya que la memoria traduciría
todo el texto coincidente con la versión anterior a partir
de las traducciones aprobadas previamente.
- Corpus
Finalmente, otra fuente útil para la documentación
lingüístico-textual son los corpus. Al traducir
un texto para un cliente concreto, sería perfecto contar
con una memoria de traducción que contuviera todos los
proyectos anteriores de este cliente. Sin embargo, esto no es
factible, ya que, si sumamos todos los proyectos de localización
de un fabricante de software importante, alcanzaríamos
millones de palabras y sería difícil trabajar
con una memoria de tales dimensiones. En cambio, lo que sí
resulta posible es recopilar todos estos textos para formar
un corpus, ya que estos pueden tener un número ilimitado
de palabras y se pueden consultar fácilmente con herramientas
de explotación de corpus como WordSmith o Search and
Replace de Funduc. Esto nos permite consultar a la vez todos
los textos localizados del cliente, así como de otros
clientes o del desarrollador del sistema operativo en el que
se ejecutará el producto, para comprobar cómo
se han traducido ciertos términos o expresiones y ver
la frecuencia de uso de distintas soluciones de traducción.
Así pues, los corpus son un complemento perfecto para
la memoria de traducción de nuestro proyecto.
- Documentación socio-cultural
La localización recibe su nombre a partir de la necesidad
de "hacer local" un producto, es decir, de adaptarlo a un entorno
local concreto. Así pues, a lo largo de un proceso de localización
no sólo se traduce un producto, sino que también
se adapta a un determinado locale, tanto en contenido como
en diseño. Para hacerlo, en un proceso de localización
se adaptan elementos culturales como los siguientes:
- Formato de fecha y hora
- Divisa
- Formato numérico
- Datos de contacto
- Unidades de medida
- Colores
- Iconos
- Nivel de formalidad
Naturalmente, el traductor no es el único responsable
de esta adaptación cultural, ya que no puede cambiar los
colores o los iconos de la interfaz en caso de que no sean adecuados
para el público de destino. Sin embargo, sí es el
responsable de adaptar elementos como el formato de fecha y hora
y los datos de contacto, entre otros.
En algunos casos, la propia guía de estilo indica el nivel
de adaptación que se exige en el texto, como en el siguiente
fragmento de la guía de estilo de Sun Microsystems:
Números de teléfono y fax
Deben adaptarse los números de teléfono y fax.
Ejemplo:
Inglés Español
650 960-1300 +34 915 149 405
Este mismo criterio se aplica a todos los datos de contacto.
Así pues, el texto siguiente podría localizarse
de la siguiente manera:
Inglés
Contact us at support@xcompany.com
See www.xcompany.com |
Español
Póngase en contacto con nosotros a través
de la dirección asistencia@xcompany.es
Visite www.xcompany.es |
Para localizar los datos de contacto, el traductor debe documentarse
adecuadamente hasta conseguir los datos de contacto locales y,
en caso de duda, consultar con el cliente final.
También debe adaptar otros elementos culturales mencionados
previamente como unidades de medida o monedas. En algunos casos,
la localización será tan sencilla como consultar
un conversor de unidades de medida:
Inglés
Dimensions
Height - 2.4 inches
Width - 1.2 inches |
Español
Medidas
Alto: 6 cm
Ancho: 3 cm |
Pero en otros casos, como en el caso del precio de un producto,
utilizar un conversor no será suficiente. Si tenemos el
precio de un producto en dólares y debemos localizar el
precio para el mercado español, no basta con convertir
la divisa. El traductor deberá documentarse para conocer
el precio real de dicho producto en el mercado español,
ya que la diferencia no sólo reside en la moneda, sino
también en el mercado.
- Documentación técnica
La localización es una disciplina con un alto componente
técnico y los traductores, además de traducir y
localizar el texto, se enfrentan al reto técnico de las
variables, teclas de acceso rápido y restricciones de espacio.
Una variable es un carácter, normalmente precedido del
símbolo %, que se sustituye por otra palabra, valor o cadena
al ejecutar un programa. Por ejemplo, donde el traductor ve la
cadena de texto "Do you want to save the changes you made to %1?",
el usuario ve lo siguiente:
Do you want to save the changes you made to 4-SW.ppt?
En este caso, el programa sustituye la variable %1 por un nombre
de archivo. En algunas ocasiones, el traductor puede reconocer
fácilmente el significado de la variable pero en otros
casos, es difícil reconocerlo y el traductor debe documentarse
explorando el programa original o buscando información
en otras fuentes para asegurarse de que sitúa la variable
en el lugar correcto. Por ejemplo, en el caso siguiente, el traductor
debería documentarse hasta averiguar el significado de
la variable %s o, al menos, su género y número:
New % successfully created!
En caso contrario, podríamos encontrarnos con una traducción
de este tipo: Nuevo factura creado satisfactoriamente.
Las teclas de acceso rápido son combinaciones de teclas
que activan una función. Cuando traducimos, su aspecto
es el siguiente: &Insert, &Delete, &Select. En cambio,
lo que ve el usuario es una tecla subrayada:
Estas teclas sirven para activar funciones a través del
teclado. En el menú anterior en español, el usuario
pulsaría Alt+A para abrir el menú Tabla y, a continuación,
pulsaría B para activar el comando Borrar. Las teclas de
acceso rápido no pueden repetirse dentro de un mismo menú,
de modo que el traductor deberá utilizar las herramientas
a su disposición para comprobar que no se han repetido
y que funcionan correctamente. Para ello, las aplicaciones de
localización de software cuentan con una herramienta que
comprueba el uso correcto de las teclas de acceso rápido
que el traductor debe conocer y aplicar.
Finalmente, describimos otra fuente de consulta técnica
que también se incluye dentro de los propios programas
de localización: límite de caracteres. Como sabemos,
un texto en inglés suele alargarse al traducirlo al español,
ya que en español se utiliza una sintaxis, gramática
y terminología que ocupa más espacio físico,
por lo que en muchas ocasiones, el diseño de la interfaz
limita el espacio (número de caracteres) disponible para
la traducción. Consultando en todo momento estas restricciones,
evitaremos resultados como éste:
Teniendo en cuenta estos elementos técnicos, la ayuda
y los manuales de usuario de los programas específicos
de localización se pueden considerar otra fuente más
de consulta.
3. Conclusiones
Como hemos visto, la tarea del traductor dentro del ciclo de localización
de software está restringida por muchas fuentes de consulta
de obligado cumplimiento, lo que nos lleva a pensar que su tarea es
una tarea más metódica y menos creativa que la de otros
profesionales de la traducción especializados en otros ámbitos.
Sin embargo, todas estas "medidas de seguridad" que se toman durante
el proceso también permiten conseguir un producto final muy
coherente y de alta calidad. Tanto, que, en algunos casos, la calidad
del producto localizado es superior a la del producto original, lo
que Lombard (2006) expresa de la siguiente manera:
(...) localized versions are sometimes more consistent than source-language
versions, since localizers tend to pay much more attention to terminology
and consistency than developers.
Para aprovechar al máximo esta situación, se necesita
un gran esfuerzo en todo el sector que permita una estandarización
terminológica no sólo dentro de la empresa, sino en
el ámbito de la localización en general.
- Bibliografía
ESSELINK, B. (2003): A Practical Guide to Localisation. Amsterdam.
John Benjamins.
KANO, N. (1995): Developing International Software for Windows 95
and Windows NT. Microsoft Press.
INGE, B. (2006) «Terminology workflow in the localization process».
En: DUNNE, K. (ed.) Perspectives on Localization. Ámsterdam:
John Benjamins Publishing Company, pp. 173-191.
LOMBARD, R. (2006) «A practical case for managing source-language
terminology». En: DUNNE, K. (ed.) Perspectives on Localization. Ámsterdam:
John Benjamins Publishing Company, pp. 155-171.
SUN MICROSYSTEMS (1999): Guía general de estilo. Directrices
de Sun. Disponible en http://developer.gnome.org/.../styleguide-es.pdf.
SUN MICROSYSTEMS (2005): Guía general de estilo. Directrices
de Sun. Disponible en http://developers.sun.com/.../ES_StyleGuide.pdf.
Published - January 2010
This article was originally published at Translation Journal (http://accurapid.com/journal).
Submit your article!
Read more articles - free!
Read sense of life articles!
E-mail
this article to your colleague!
Need
more translation jobs? Click here!
Translation
agencies are welcome to register here - Free!
Freelance
translators are welcome to register here - Free!
|
|
|
Free
Newsletter |
|
|
|
|